domingo, 18 de septiembre de 2011

Pereza.

"Pereza. La mesa de los pecados"
El Bosco.

Desde que era una niña
y me dijeron la palabra mágica
llevo esperando. Pero nunca llega.
Por esta carretera que bordea mi alma,
polvorienta y desierta como el centro,
nunca ha pasado
la diligencia.

(Amalia Bautista)

2 comentarios:

mjm dijo...

Magníficos y esclarecedores todos tus comentarios Miguel.
Aunque la mesa esté servida de pecados,lo mejor será comer le menos posible y hacer dieta.
Como de beber no se ha dicho nada, bebamos y brindemos.¡Va por tí!

"Alégrate conmigo, celebremos la suerte
de compartir una ciudad y un siglo,
la bendición del sol dorado de este invierno,
la cerveza y su espuma en nuestros labios.
Brindemos contra el tiempo de oscuras amenazas,
toquémonos osados, riamos complacidos,
conjuremos los monstruos del dolor y la culpa,
callemos nuestra inmensa soledad.

Que el don de la ebriedad nos bañe al mediodía."
(A. Bautista)

Un beso.

Miguel Cobo dijo...

Es un gran don el de la ebriedad (a ser posible compartida).Te aísla del mundo exterior (de la consciencia) y del interior (de la conciencia). Así pues, brindemos, amiga, con ese hermoso brindis. Amalia redondea su sutileza con un elogio de la pereza, que también comparto, de este vicio inocuo. Solo hay que saber administrarla, porque si no también te cansa. Alguien dirá que nos privará de otras conquistas, y será verdad, pero, al final, para qué: ¡verdura de las eras! Hasta la gloria es efímera. ¡Viva la ley del mínimo esfuerzo! Respiro, luego sobrevivo (descarte;en singular)

Un abrazo y feliz "rentrée"