de la costa de Samos o de América con tanta precisión como soñó el geómetra -estadios, pies, pulgadas o cabellos- sabré de las distancias infinitas y del esfuerzo estéril. Mas hoy está tu cuerpo entre mis manos y es descubrirlo empresa del viajero. Recorreré tus poros no a la manera ausente del poeta sino con el oficio del cartógrafo: dibujando sus valles, arboledas, las piedras del camino, el musgo de las piedras y los poros del musgo con sus valles. Nunca terminarás. Ni yo de atesorar tu geografía: cada vez más en ti, cada paso más lejos de alcanzarte. (Carlos Briones) |
jueves, 9 de febrero de 2012
Territorio fractal.
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