domingo, 19 de diciembre de 2010

Otra puerta giratoria...



Resulta que la vida no era sólo empujar,
ni un juego de engañosos espejismos.
No había que perderse dando vueltas
en una puerta giratoria,
ni desconfiar de todos los reflejos,
ni creer cualquier cosa sólo porque
la imagen parecía verdadera.
Había que encontrar el punto justo
donde azar y destino son lo mismo,
el exacto momento en que la puerta
giratoria te ofrece una salida.

(Amalia Bautista)

1 comentario:

Miguel Cobo dijo...

Qué casualidad, Mª José. A propósito de azar y destino, observa el comentario que escribí el otro día en un blog amigo:

http://albertogranados.wordpress.com/2010/12/16/las-mil-caras-del-destino/#comments